El conjunto se organiza en cinco agrupaciones de edificios dispuestas en terrazas adaptadas a la topografía del terreno donde se asientan, la disposición de cada agrupación está estudiada para que guarden una relación armónica entre ellas y con el paisaje.

La topografía del solar hace posible que cada núcleo de viviendas se oriente y disfrute de vistas hacia el mar, el golf y la montaña, disponiendo, cada uno, de una zona ajardinada delante de las viviendas.

Los bloques surgen como prismas puros de los que emergen unos volúmenes prísmicos donde se ubican las terrazas como una extensión de los espacios interiores. Los materiales empleados son muros encalados que se asientan siempre sobre basamentos de mampostería de piedra malagueña, la misma, se emplea también en todos los muros que contienen las terrazas sobre el terreno, así como en los núcleos verticales que dan acceso a las viviendas por las caras traseras de los bloques.