Con el fin de mejorar las condiciones ambientales y de uso de  la plaza, se reorganizará el espacio con una serie de caminos que combinan pavimentos duros, semi-blandos y zonas estanciales para familias y personas mayores.

El proyecto se organiza en franjas, la primera arbustiva, para proteger y separar del tráfico rodado, la segunda como zona de juegos de agua para refrescar el ambiente en los meses más calurosos, una tercera franja de espacios estanciales en sombra y la última, concebida como unas escaleras-gradas donde la gente podrá sentarse.

Para el proyecto de paisajismo y vegetación se ha tenido en cuenta la arraigada trayectoria cultural malagueña  de importación  de especies foráneas que comenzó en el siglo 18  y que ha dejado su fuerte impronta en la ciudad, además de especies autóctonas y de mantenimiento sostenible.

Se plantea además una nueva zona de juegos infantiles en el sector izquierdo y como elemento significativo se ha proyectado una pérgola roja de acero, alegoría a una arboleda y que supondrá un hito en la plaza.